Esta es la pregunta clásica que nos hacemos cuando tenemos el agua al cuello, cuando nos vemos en medio de algo que no podemos controlar, o simplemente, cuando nos sentimos los más afectados ante cualquier circunstancia adversa que nos sucediera.

Creo firmemente que la manera como nos preguntamos o impugnamos algo, define claramente cual es el lente con que vemos la vida, determina nuestras conductas a seguir y nuestra forma de reaccionar frente a lo que acontece. Por eso, saber como reaccionamos, que preguntas nos formulamos o que conclusiones sacamos, nos va a dar pistas importantísimas acerca de lo que sentimos y creemos de este milagro que llamamos vida, y que, nos guste o no, estamos inmersos en él.

En una oportunidad, en un tren de una estación a otra, en el Oeste de los Estados Unidos, me senté, sin querer, frente a dos mujeres que resultaron ser mexicanas, una lloraba copiosamente mientras le decía a la otra: «…pero es que ya no soporto más, mira lo que es mi vida, una madre que no me quiere, de inmigrante en este país, sin papeles, en un trabajo de porquería, ganando una miseria, enamorada de un patán que me dejó, y con dos chamacos a cuestas… ¿Qué hice yo?, ¿Por qué a mi?» La amiga la oía pacientemente y solo la tranquilizaba diciéndole: «A algunas nos toca, mijita. Son las cosas del Señor». Una lloraba y se quejaba y la otra la ratificaba en su visión del dolor, de la vida y de Dios.

La anterior conversación, nos muestra con claridad las visiones derrotadas de dos seres humanos comunes, cuyo lente solo percibe que no hay salida, que estamos encerrados en un mundo que nos agrede y en una vida que es una desgracia. Y se nos ratifica entonces nuestro poder creador. En las referidas damas del tren, ninguna de ellas se para en su propia responsabilidad, para poderse plantear: ¿ESTARÉ HACIENDO ALGO MAL?, ¿SERÁ QUE DEBO CAMBIAR ALGO O TODO?, ¿QUÉ DEBO HACER AHORA PARA QUE ESTO NO ME PASE MÁS?. Y en la otra nunca oímos: ¿Y QUÉ VAS A HACER?, ¿HAS REVISADO TU ACTITUD?, ¿TE HAS DADO CUENTA QUE POR LO MENOS ESTÁS VIVA, TIENES SALUD Y UN MUNDO DE POSIBILIDADES? DESPIERTA!, LLORA LO QUE TENGAS QUE LLORAR Y SAL A LA VIDA DESDE LO QUE TIENES QUE DAR, NO DESDE LO QUE TE VAN A DAR LOS OTROS.

Estas palabras, en la boca de una de estas dos mujeres, hubieran cambiado esa historia y habrían hecho del suceso, que yo desconozco, una inmensa oportunidad para crecer y estar más centrado en cada uno.

Claro, nos enseñaron muchas cosas, importantes todas, pero todavía a muchos les parece poco importante hablar de esto a los niños, y a los adultos que andan en la anestesia de olvidar que respirar, despertarse, ver el cielo, son pruebas contundentes del milagro que eres. Si te lo crees, un mundo se abrirá, si no, también encontrarás ganancias en vivir como una víctima impotente, en una vida que más parece un castigo. Porque, y te lo aseguro, atraerás a personas que te ratificaras lo que piensas y estimulará la lastima por la vida que llevas.

Si el árbol se asustará cada vez que el invierno lo deshoja, no completaría el ciclo, pero como él conoce muy bien el MILAGRO, sólo espera la primavera.

Ahora la decisión es tuya, cambia tu disquete de preguntas, ponte el lente ideal para la circunstancia, y de esta decisión, dependerán todas las demás, te lo aseguro.

Los quiero, hasta la próxima sonrisa.
Carlos Fraga