Una compañera de viaje, me comentaba algo perturbada, luego de renunciar a su cuarto trabajo, en lo que va de año: «Yo tengo tantas cosas que agradecerle a Dios y a la vida, pero lo que es mi HACER, desde que tengo memoria, ha estado marcado por el conflicto, la insatisfacción y la injusticia. Pero como se hace, es mi ÁREA NEGADA».
He sostenido muchas veces que, particularmente, no comulgo con ideas de incompletud, en lo que a la CREACIÓN se refiere, creo y cada día mas la vida me lo comprueba, que somos completos y venimos perfectamente dotados para emprenderlo y lograrlo todo. Lo que si, no podemos obviar, es que somos seres en evolución, y esta, se muestra a través de nuestra zona mas DÉBIL, DELGADA o NO DESARROLLADA. Así, vemos como personas con un gran nivel intelectual, una gran armonía conyugal y familiar, buena salud, quizás siempre se ven arrinconadas por asuntos económicos; vemos como seres que han resuelto fácilmente sus áreas profesionales, afectivas y económicas, carecen de una buena salud; también a personas, bellas, ricas, realizadas que no encuentran el camino de la pareja.
Lo importante de esta idea de las ZONAS DELGADAS, es que realmente existen, y son las «Ventanas de luz» a través de las cuales podemos desarrollarnos. Serán los puntos de nuestra vida que siempre nos detendrán en nuestro acelerado trayecto, y nos confrontaran con nuestras zonas sensibles.
Una gran amiga y colega, Viola Edwards, afirma que es, en estos aspectos, en los que hacemos MAESTRIA, porque es a través de ellos que revelamos los tres aspectos de trascendencia: contacto íntimo, petición de ayuda y conciencia de mejoramiento.
Contacto íntimo, porque la mayoría de nuestros hallazgos o hechos fundamentales confluyen en esta área: provocando un PARE en el camino y, sin duda, la experimentación de emociones, que quizás otras anécdotas no nos causarían.
Petición de ayuda: porque siempre nuestras zonas delgadas nos llevan a buscar, y a encontrar respuestas a esas preguntas que, necesariamente afloran en cada hecho.
Conciencia de mejoramiento: nuestras zonas delgadas se llevan la mayor parte de nuestra energía de cambio, de superación, de experimentación y de mejoramiento, convirtiendo inclusive, a los más conscientes, en auténticos inspiradores para otros.
Ama entonces tu área frágil, ponle atención y mantenla como esa fuente permanente de crecimiento para ti y los tuyos, recuerda que el equilibrio del ser se sostiene de lo que esta HECHO y lo que esta POR HACERSE. Por todo lo anterior, tu ZONA FLACA, es el faro que la vida te regala, para hacer de ella el bastión en el cual se atestigüe tu fuerza, capacidad de transformación y poder de trascendencia. Y que todo esto, ratifique que el ser humano es una obra «Amorosamente perfecta».
Los quiero, hasta la próxima sonrisa.
Carlos Fraga