Carlos Fraga
“Cuando la guayaba está madura, viene el pájaro y se la come”
Por: Rossana Franco
Si Carlos fuese un árbol, sería el más frondoso de todos. Cargado de enormes guayabas dulces. ¿Por qué? Porque en el proceso de maduración de sus guayabas, ha desarrollado un sinfín de dones. Y es que él es uno de los venezolanos más versátiles del momento. Es docente, es actor, es escritor de interesantes libros. Es periodista, astrólogo, conductor de exitosos programas en radio y TV. Hoy es, sin duda, un excelente terapeuta y asesor de empresas. Podemos tenerlo en vivo en cursos, talleres y sus famosas charlas de los lunes. ¿Se puede pedir más? Sí, ya es toda una sensación en los Estados Unidos junto a DJ Afro con el tema “Vivir”.
¿Cómo llega Carlos Fraga a la televisión?
Entro en 1982 en una novela de Cabrujas llamada “Chao Cristina”. Daba clases en la universidad y en bachillerato. Nunca pretendí ser actor profesional. Me metí a estudiar con Horacio Peterson, y en el acto final de graduandos José Ignacio Cabrujas fue a vernos, y me dijo: “Mire joven, yo estoy escribiendo una novela y tengo un papel para usted. ¿Lo aceptaría?”. En el momento le dije: “Ay no maestro, gracias, esa no es mi pretensión”. Bajé a una cafetería, llamo a una amiga y le comento la propuesta de Cabrujas. Me respondió: “¿Tú eres loco? ¡Anda a decirle que sí!”. Me devolví y le dije a Cabrujas: “Mire maestro, como que sí”. Desde allí me cambió la vida. Hice la novela, luego el magazine “Lo de Hoy” durante varios años. En 1991 me voy de RCTV y empiezo a hacer novelas independientes, hasta que me dije: “No quiero hacer una novela más”.
¿Cómo descubres ese potencial para guiar y ayudar al público en sus procesos de vida?
La astrología, que había sido mi mecanismo muy secreto, de pronto empezó a ser una posibilidad. Reinaldo Muñiz Bueno, con quien yo hacía terapia, y quien me formó como psicoterapeuta, me dijo: “Tráete la astrología para acá, que yo voy a hacer que mis pacientes se vean contigo”. Con él, me inicié en el mundo de la psicología, que es mi pasión. De ahí arranque durante unos 7 años con Mariana Reyes y nos fue muy bien. En 1996, cuando yo ya me había olvidado de la TV, me llamó el gerente de producción de VTV. Me dijo: “Carlos, haz lo que tú quieras”. Yo ya daba charlas todos los lunes, y con el símbolo mexicano del Sol y la Luna arranque “Los Astros y Tú”. Luego paso a ser productor independiente. Busqué a todos mis amigos publicistas y armé un equipo improvisado. Le quité la parte astrológica y lo llamé “Hablemos con Carlos Fraga”. Fue un proyecto que duró desde 1997 hasta 2002. Cinco años muy exitosos.
¿Cuáles son los ingredientes para que una relación sea “Hombre, Mujeres, Sexos sin guerra”?
Este monólogo fue un regalo de la vida. Todo lo que me pasa a mí son cosas que yo no planifico. Un día fui a Corpbanca, a ver a Daniel Sarcos en su monólogo. El director del complejo cultural, quien también es amigo mío me dijo: “Yo he pensado que tú hagas algo aquí”. Me fui a Puerto Rico a ver a mi familia, y mi hermano me entregó un libro que se llama “Lo que ellas quieren y lo que ellos necesitan”. A partir de una conversación por sus problemas matrimoniales, yo armé el monólogo. He descubierto la maravilla que es el humor, cómo logra, con facilidad, lo que es más difícil lograr desde otras vías.
Aquí van los ingredientes:
1. Quitar las concepciones del amor que tenemos. Son concepciones erróneas, son muy exigentes. Crecimos en un mundo en donde la gente cree que el amor es maravilloso, divino, y resulta que no. El amor es un cáncer porque el amor es una energía transformadora.
2. Saber que lo que tú eliges habla de ti . Hay que trabajar con respecto a lo que se elige. Nadie elige mal, tú eliges siempre lo parecido a ti. Inconsciente o conscientemente.
3. Aprender a conectarse. La conexión empieza por ti. Cuando yo estoy conectado a mí, yo puedo ponerte límites claros. Eso va a impedir que alguien te insulte, te pegue, te ignore. Aprender que, cuando eso está sucediendo, hay una parte en mí que no está funcionando.
4. Saber que somos distintos. El hombre y la mujer somos radical y morfológicamente distintos. El respeto de esa distinción hace posible entendernos. Negociar y crear estados que funcionen para relacionarnos.
5. Una pareja siempre necesita la crisis. Para renovarse, para reinventarse. La crisis no es mala, es fundamental. De la crisis salen las cosas renovadas y transformadas.
Háblanos un poco de un artículo que publicaste sobre el ¿Para qué? No “¿Por qué?”, sino “¿Para qué?”
La vida de los seres humanos se define a través de preguntas. El niño pregunta “¿Por qué?”; el adolescente pregunta “¿Pero, por qué?”. Y el adulto debe preguntarse el “¿Para qué?” de las cosas. Los porqué no resuelven nada, son mentales. Los para qué son del alma, de la psique; la psique es la que te da un para qué. Cuando tú te preguntas en la vida ante lo que haces y ante lo que te sucede “¿Para qué?”, empieza a cobrar sentido dentro de tu vida. La vida tiene un sentido práctico y, en la medida que estemos claros con ese “Para qué”, esto empieza a engranarse y a tener funcionalidad. El problema de la vida no es lo que te sucede, es lo que haces con lo que te sucede. Para hacer algo con lo que te sucede tienes que empezar con el “Para qué”.
¿Cómo podemos ser seres prósperos? ¿Cómo se genera riqueza?
Nuestra cultura no es una cultura de prosperidad y en eso está basado el judeocristianismo. Hay que ir poco a poco desmontando ciertas cosas. ¿Qué hace un ser próspero? Es aquel que entiende el “Para qué” de la vida y es capaz de saberse creador de prosperidad, generador de riqueza, generador de recursos, donde esté y en el tiempo en que le toque. Si aquí donde yo estoy sé hacer dinero, sé hacer felicidad, sé hacer una vida plena, donde me pongan y con quien me pongan, ahí nace la prosperidad. De allí vienen todos los añadidos, el agradecimiento, la bendición. Me tocó ser mesonero en un país extraño, pues yo voy a ser el mesonero que más propina tiene. ¿Por qué? Porque yo lo sé hacer. Esa codificación es la misma para ser feliz, para ser útil, para servir. Es la que hace posible que tu prosperidad sea algo inherente a ti . La prosperidad nunca está fuera, y por eso se dice una frase muy mía que la encontré en la alquimia: “Cuando la guayaba está madura, viene el pájaro y se la come”. Todo en la vida se trata de madurar tu guayaba. Nos preguntamos: “¿Qué pasa conmigo que no se me da una oportunidad en donde yo saque dinero?”. Simplemente, porque la guayaba no está madura y madurar tu guayaba no es más que ponerte a trabajar conti go, sabiéndote verde aún. No pensar que tú eres el que se come el mundo, eso no sirve. Tienes que esperar tu hora de estar preparado.
¿Qué es lo que debemos hacer para no sabotearnos nuestro éxito en la vida?
Volvemos a la guayaba. El saboteo no es más que un ir contra corriente, es cuando te rindes y dices: “yo no sé si estoy preparado para esto, me da mucho miedo y lo reconozco”. Al rendirte le haces frente al saboteo. Porque sabemos que hay una parte de mí que está verde, por miedo, por pánico. Pero ese movimiento de rendición y aceptación de lo que está aconteciendo es lo que te permite madurar. Es muy importante saber también que en esta nueva era nos referimos al saboteo como voces del alma. Los miedos, las fobias, los bloqueos te los da tu propia ánima, tu propia psique, para que vayas poco a poco, para que no los violentes. Por eso yo detesto toda idea de nueva era que tenga ver con estimulo a fuerza. (“¡Vamos!, ¡Tú puedes!, ¡Dale!”). Rechazo cualquier filosofía que tenga que ver con el triunfo, porque hoy en día somos triunfadores todos e infelices todos. El pago que hemos hecho por triunfar es el pago de la infelicidad, y no es justo. El único triunfo en la vida es vivirla. Los padres te hablan de los hijos porque se graduaron con honores, pero no les preguntes si son felices porque no saben. Son sólo padres biológicos, y eso ti ene enferma a la sociedad. Tenemos que empezar a ver el lado sombrío del ser humano, porque es lo que nos permite ver el gris y eso nos permite la única fi losofí a que salvará al planeta; comprender antes que juzgar.
¿Cuál es la diferencia entre soledad y desolación?
La soledad es un estado del ser humano. En la soledad se gestan los procesos más importantes del hombre. Por tanto, la soledad puede ser escogida o elegida, siempre que no sea neurótica. “No, yo voy solo al cine porque estoy harto de salir con gente que no te deja ver la película”, esto es neurosis. Pero cuando la soledad es un proceso de “yo a h ora me siento triste, voy a quedarme sola” es la soledad elegida que es muy válida. La desolación es lo que está sufriendo el planeta y los habitantes humanos. Es el síndrome de los poderosos. Esta todo el mundo alrededor tuyo, te expresan amor, pero tú sientes que no. Hay matrimonios en donde uno de la pareja se siente en el últi mo estado de la desolación. Esta es una especie de desesperanza, mientras que la soledad es un estado de la vida, de lo humano.
Háblanos de “Reconciliación. Un camino verdadero hacia el amor”.¿Llamamos a la reconciliación para 2012?
Es mi CD de este año. ¿Qué es la reconciliación? Una cosa que va en contra de los mensajes populares. “Chivo que se devuelve, se desnuca”, “Para atrás ni para coger impulso”, no. Yo creo que la vida nos hace devolvernos a recoger aquello que olvidamos, recoger aquellas cosas duras y difíciles para poderlas reconciliar en nuestro corazón, para poder entrar en un proceso alquímico, donde podamos sacar algo que de verdad nos importe y sea significativo. La alquimia a la cual se hace referencia a la reconciliación nos va a devolver al amor como un estado de transformación del cual yo me sienta pleno con lo vivido, y que eso vivido me lleve a lo por vivir.
¿Qué otros proyectos tienes a futuro?
Estoy preparando un monólogo II de “Sexos sin guerra” para 2012. La gente me ha dado tantos datos, que ya tengo todo un prólogo nuevo. Tengo un proyecto interesante con el productor de “Amigos Invisibles”, José Luis Pardo –“DJ Afro” un músico electrónico–. Musicalizó una de mis charlas y ahora está en primer lugar en los Estados Unidos. Buscas FREE de DJ Afro, el tema “Vivir”, y lo escuchas. Tengo un libro casi listo que se llama “Hasta la próxima sonrisa”, que son mis artículos más importantes en diferentes diarios de Venezuela y el mundo, es una compilación. Seguramente voy a sacar otro libro que va a ser sobre la Reconciliación. Seguiré dándole la vuelta a Venezuela con mis conferencias todos los años. Este año será “La Reconciliación”. Sigo con mis charlas de los lunes y mis micros de radio. Cosas que a la gente le guste y les llegue al corazón.