Finalizar un ciclo lleno de situaciones nuevas, resistencias y obstáculos, ha representado para mí un duro, pero importante entrenamiento, más de alma que de cuerpo. La meta ha sido y será fortalecernos, crecer, aprender, transformarnos hacia la luz y jamás hacia la oscuridad.
Entender que todos, de alguna manera, somos y representamos una inspiración para alguien, es también saber la responsabilidad que nos toca encarar en este día a día que constituye el vivir.
Hoy, cuando ya sentimos los finales de este ciclo, sólo quiero bajar mi cabeza y con el corazón conmovido decirle a la vida: ¡GRACIAS!
Y la vida, la mía por lo menos, la conforman todos ustedes que me quieren, me admiran, me escuchan, me ven o simplemente me saben ahí, dando lo mejor de mí día a día.
A todos ustedes mi agradecimiento, con el mayor amor y mis mejores deseos para sus vidas, para sus procesos, para sus sonrisas que, tarde o temprano, nos llevarán al tan esperado puerto de ver a nuestro pueblo confundido en un solo abrazo, enarbolando amor y no odio. Ese es mi sueño, ese es mi diario trabajo y se que el de muchos corazones que jamás perderán la fe y la pasión por Venezuela.
Dios los llene de bendiciones y que estas fiestas nos permitan tocar y cuidar eso sagrado que llevamos dentro, donde habitan todos los tesoros.
Felices Fiestas 2015-2016
Carlos Fraga