Las temidas diferencias

2011-08-28T10:00:50+00:00

El enamoramiento, ese primer espacio: instintivo, pasional, riquísimo; tiene que tener un final, porque además nos pone: ciegos, reactivos, incansables, con poca o ninguna capacidad de análisis, y menos con la necesaria introspección que, en algún momento, necesitamos, sobre todo cuando esa experiencia: humana, perfecta única, multicolor, multisápida y divertidísima; necesita transformarse. Esta etapa, también llamada [...]